lunes, 22 de octubre de 2012

Halloween y día de muertos

Huele a calabaza.
 
 Ese olor comenzó a inundar el ambiente desde hace varias semanas, y el otro día me tropecé en la puerta principal con tres calabazas que papá nos compró para adornar la entrada, ¡creo que son enormes!.

Ese olor a calabaza es común también en México y anuncia los preparativos para la fiesta de día de muertos,  mientras que en los Estados Unidos, implica la celebración del Halloween. Mamá me ha explicado la diferencia entre ambas festividades.

Halloween es la contracción All Hallows’ Eve (Noche de todos los santos) también se le conoce como noche de brujas o de difuntos. Se celebra el 31 de octubre y el ambiente no puede ser más propicio, ya que con la entrada del otoño, las noches se vuelven frías y oscuras, los arboles se despojan de sus hojas y las ramas crujen por el roce del viento. Es posible ver sombras durante la noche para crear un ambiente propicio para que los zombies, brujas, momias hagan su recorrido por los vecindarios para pedir dulces.

Se dice que la palabra Halloween fue usada por primera vez durante el siglo XVI como una variente escocesa de All-Hallows’s – Eve (como contracción de evening). Por lo que mamá encontró, los orígenes son tan oscuros como la noche, pues mientras que el historiador Nicholas Rogers dice que se puede relacionar con una festividad romana que se hacía para la diosa de la fruta y las semillas, o bien con una celebración a la muerte, el consenso general apunta a que tiene su origen en un festival celta para celebrar el fin del verano.

Aquí, los niños se disfrazan y salen felices a pedir dulces, y sonríen mucho a todos, pues es un día de fiesta. Las casas se decoran con gatos negros, arañas, fantasmas que cuelgan de los árboles y por supuesto, con calabazas. Por supuesto, no falta el maratón de películas con zombies, muertos, calaveras que caminan y demás.

En México, la festividad se relaciona con el culto y el respeto por la muerte mezclada con el recuerdo de aquellos que se han marchado antes que nosotros. Se celebra por todo México el 1 y 2 de Noviembre y tiene un origen prehispánico. Aunque en aquellos tiempos se conmemoraba en noveno mes del calendario mexica, cerca del inicio del mes de agosto y duraba todo un mes. La patrona de la fiesta era la diosa Mictecacihuatl conocida como la Dama de la Muerte que ahora esta representada por las catrinas.

La celebración inunda el ambiente de olor a calabaza en dulce, incienso, velas y flores. Se montan altares en honor y recuerdo de quienes han partido de nuestro lado, la creencia es que ellos regresan en estos días a visitar sus hogares por lo que se preparan ofrendas en su honor, las cuales incluyen distintos elementos como flores anaranjadas llamadas Cempaxúchitl que representan los rayos del sol, retratos de las personas a quienes se ofrece el altar; velas o veladoras que personifican a cada una a quienes se marcharon de nuestro lado, pues sirven como guía para su alma. 

Muchas personas incluyen también la quema de incienso pues se piensa que esto atrae a los muertos a la ofrenda. Se coloca un poquito de sal, la cual  es un elemento mineral  que permite recuperar la energía debido al viaje.

Se decora con papel picado que constituye la dualidad entre la vida y la muerte, se le ofrece un vaso con agua, pues quienes regresan están sedientos por el viaje, y como seguro están hambrientos, se colocan distintos tipos de comida, preferentemente aquello que más le gustaba  a la persona fallecida. ¡Recuerdo que a mi abuelito siempre le poníamos papas fritas!. No pueden faltar la calaveritas de dulce y los elementos religiosos, como una cruz o una virgen para que los cuiden en su camino.

Además, se incluye, el elemento más representativo que es el ¡pan de muerto!, el cual es un pan dulce artesanal que solo se prepara en estas fechas con figuras de huesos por encima, con lo que permite que sea posible comerse a la muerte. A mi me gustaba mucho comer ese pan. Lo recuerdo con gran alegría.

Es así que en ambas festividades se recuerda a los que se fueron antes, como Benny, Dana o mi prima Hershey, pero que siempre están en nuestros corazones, por eso hay cosas dulces en ambas, como el pan de muerto o aquí, los dulces que les damos a los niños. Aunque supongo que a mi no me tocará ninguno. 

Lo importante es que ya sea Halloween o día de muertos, el olor a calabaza es delicioso.

Crédito: La imagen de las catrinas fue tomada de Wikipedia 

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