jueves, 8 de septiembre de 2011

Un ser especial con necesidades

Mis primeros paseos fueron a los alrededores, soliamos ir a comprar galletas y mi pollito. Era interesante ver a otros perritos, pero lo mejor era que la gente se detenía a mirarme y decir: ¡oh, que lindo cachorrito con su orejita negra!. Esa misma expresión la he visto en más de 10 idiomas distintos. Invariablemente las personas me miran y sonrien.

Mamá enseña a otros sobre el neurodesarrollo y los procesos básicos. A veces me llevaba a platicar con sus alumnos; les dejaba que me vieran disfrutar de sus mimos y les contemplaba mientras me dejaban jugar e interactuar con ellos, todos sonreían al verme y me hablaban, pero minutos despúes como sin querer, les decía que yo era sorda, y entonces las expresiones en sus rostros cambiaban drásticamente. Era esa mirada de lástima que vi en mi veterinario la primera vez que lo visité.

Mamá cree firmemente que no es importante lo que somos, si no lo que somos capaces de llegar a ser. Le explicaba a los estudiantes que antes de ser sorda, yo era Bubu, y que no debían minimizar mis capacidades. Que aún siendo sorda, había sido capaz de jugar con ellos e intercambiar emociones, asi que a partir de ahí yo aprendería muchas cosas y que los niños esperan que los profesionales de la educación, no les muestren lástima, sino que les den apoyo.

No puedo oir, pero veo muy bien, y mi olfato está bastante bien desarrollado. ¡Puedo oler pollo con arroz a kilometros de distancia!, mamá dice que es una de las características de las criaturas con capacidades diferentes. Cuando un área del cerebro se disminuye, las otras se sobre expresan.

Asi que descubrí la televisión. ¡Me gustaba ver la tele por horas!, por supuesto tenía mis programas favoritos y mamá usaba eso para mantenerme tranquila mientras ella estudiaba. Solía decir que la televisión era una pésima niñera, pero ¿qué podíamos hacer?, ¡era divertido!. Ahora debo luchar con papá para que me deje ver lo que yo quiero, pero él dice que los programas de caricatura están bloqueados en su tele, pero no me lo trago.

Las otras ventajas de la visión es que puedo ver cuando la gente habla, mamá dice que por eso las personas sordas aprenden a hablar, por que de manera natural vemos cuando alguien habla, que es una necesidad del cerebro. Y asi fue como yo aprendí a ladrar, tardé un poco más de lo normal, pero miraba a Edward y a Nannys ladrar, veía el movimiento de sus cuerpos y la expresión en su cara, y un día de mi garganta salió un sonido, ¡y mamá brincó de gusto!, su sonrisa cruzó completamente… asi que días después lo intenté de nuevo, y se repitió la alegría… fue un asunto de reforzamiento, hasta que aprendí a ladrar para decirle al mundo quien era yo.

Una vez aprendida la acción comencé a usarla. Pero descubrí que no todo entiende. Cuando quiero una croqueta, les ladro. Les digo: ven galletita, ven…, ¡pero no me obedecen!, tengo que ir hasta donde están para explicarles pacientemente que me las quiero comer. ¡Son tan desobedientes!.

También ladro cuando veo a otros perros. Debo hacerlo fuerte para que sepan quien es Bubu. Pero cuando confio en ellos, los huelo. El olfato me permite conocerles mejor, sé que es extraño para los humanos, pero el olor también es importante también para ellos. Por medio del olor los cachorros humanos reconocen a sus madres, pero pierden esa cualidad para darle prioridad a la visión y la audición. Aunque es cierto que los perros y los gatos somos más sensibles en ese terreno.

Mi mundo es visual y olfativo, y no hay manera de que escondan mi comida cuando está lista o cuando es hora de salir, pues solo necesito ver mi arnés y mi cinta. Sé cuando mamá está enojada o feliz. Sé bien cuando ella no se siente bien y debo darle espacio. Recuerdo cuando volvía del hospital oliendo a medicamento cuando le dieron quimioterapia. Nadie tenía que decirme que ella necesitaba estar sola y me quedaba a dormir en casa de mi abuelita.

También sé cuando mamá o papá me van a dar medicina, o cuando es hora de mi inyección de insulina… no solo lo puedo oler, veo sus caras, me sonrien nerviosos intentando darme ánimos, pero sé que todo estará bien. Después de todo lo hacen para que tenga más historias que contar…

Asi que cuando los alumnos de mamá hablan de necesidades educativas especiales, y creen que todos tienen derecho a aprender, cometen un error, No solamente todos tienen el derecho de aprender, sino también la capacidad, por lo que cuando buscan detectar lo que uno no puede hacer, la verdad, deben buscar de lo que se es capaz, y en ese sentido, todos somos especiales.


Si te gustó este sitio, puedes conocer un poco del trabajo de mamá en: http://www.almadzib.com
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