Hay ciertas
cosas en la vida que uno debe hacer por si mismo, no es posible encargar
acciones tan delicadas a nadie más, es por ello que se requiere entrenamiento
altamente especializado, años de experiencia, equipo especial y mucho valor.
Las misiones
matutinas son las más importantes, pues han pasado muchas horas desde la última
entrega, es importante dormir bien para una acción tan determinante para el
medio ambiente, es por eso que no permito que el cansancio o el dolor de mis
piernas se apoderen de mi. Entre las 6:30 y las 7:00 invariablemente comienzo a
ladrar para que mamá y Champy despierten, pues un trabajo tan delicado,
requiere de un buen equipo, debemos confiar los unos en los otros,
particularmente ahora que no puedo ver ni oír.
Mamá se prepara
y comienza la revisión del equipo, es importante que todo sea cuidadosamente
revisado, un error puede costar que la misión no pueda ser completada o bien
que tengamos que esperar más tiempo para cumplirla. Una vez que la mitad del
equipo ha sido revisado, mamá nos lleva al centro de preparación que está
abajo, y donde está la puerta que nos lanza al mundo.
La otra parte
del equipo se revisa, es importante que la cinta retráctil esté lista y que el arnés
ajuste bien, el mio es distinto al de Champy. Es importante no confundirlos
porque deben ajustar de manera precisa a nuestro cuerpo, así que cuando mamá
nos los coloca, para estar segura que no hay errores de ajuste.
Reviso que todo
esté en su lugar y bien ajustado, así que muerdo fuertemente mi cinta y
le doy varios jalones, porque es mejor estar seguro durante el trayecto.
Champy y ella me
guían hacia la puerta. He desarrollado mucho más mi olfato, por lo que el mundo
es de moléculas que se estrellan ante mi nariz, cuando la puerta se abre, puedo
oler si ha llovido, si hay alguien a nuestro alrededor. Puedo oler al mundo.
El sentido del
olfato es un quimiorreceptor que reacciona ante la presencia de partículas aromáticas
desprendidas de cualquier objeto que contenga un compuesto químico volátil que
pueda ser transportado por el aíre, esas partículas ingresan a través de mi
nariz por el epitelio olfatorio y de ahí suben hasta el bulbo olfativo.
Así que todo el
tiempo estoy a disposición de un mundo de moléculas que me inundan. Es
importante que aprenda a diferenciarlas, pues cuando podía ver, era capaz de
identificar lugares o distancias, ahora no puedo, por lo que he ido
perfeccionando la habilidad para determinar la distancia y la dirección aproximada
de los objetos, esto es preciso para el éxito de la misión.
Una vez fuera,
debo encontrar el mejor lugar para descargar el preciado elemento, no puede hacerse en cualquier
parte, he de buscar el mejor lugar, está prohibido hacerlo sobre las plantas, y
sobre el pasto, como no veo, es complejo determinar los olores, pues en el
ambiente todos se mezclan, desde el olor a las flores, comida, la lluvia que
viene y he de distinguir entre los olores de un macho y una hembra. Prefiero
siempre los olores de los machos.
Muchas especies,
incluidas las plantas, dependen del olor para poder reproducirse o crecer. Los
olores son un elemento importante en nuestras vidas.
Debo ser
paciente, buscar el mejor lugar, a veces Champy se desespera, pero no me doy el
lujo de distraerme, decido el mejor lugar y preparo mi cuerpo. Puedo decidir,
si levanto mi pierna coquetamente como me enseño Edward o si me siento como
niña como me enseñó Nannys. El estilo es importante y…entonces, ¡descargo la
vejiga!, hacer pipí es un asunto serio pues mantiene sano el sistema urinario y
pinta de amarillo las flores.
En honor de
todos los héroes anónimos que están aprendiendo a usar el baño y para quienes
ir al baño es una tortura.
Si quieres leer
más del trabajo de mamá puedes visitar su sitio: http://www.almadzib.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario